Los adultos tenemos un rol muy importante en el juego de los niños: no interferir.
Eso nos resulta muy difícil a veces, ya que debemos acompañarlos (por su seguridad) pero debemos contenernos para no hacer intervenciones en el juego que no sean las que ellos necesitan.
Dependerá de la edad y del tipo de juego que estén realizando, pero nosotros no tenemos que aportar nada a ese juego, solamente dejarnos llevar por lo que los niños van proponiendo.
Cosas a tener en cuenta:
- acompañar el juego y las iniciativas del niño
- no forzar el desarrollo del juego
- dejar que sea el niño quien propone y hace “avanzar” el juego
- que los nombres de los personajes los elija el niño
- evitar cambiarles el juego si no fueron ellos quienes lo decidieron, permitámosles la repetición del juego la cantidad de veces que lo necesiten. Ellos están interiorizando y aprendiendo conceptos durante esas reiteraciones
Debemos evitar frases como:
“así no se usa” (reemplazarlo por “y eso cómo lo vas a usar?”),
“para hacer eso, primero tenés que...”,
“ya jugamos mucho a esto, ¿por qué no cambiamos de juego?”
Que sean ellos los directores y creadores de ese juego. Consideremos que, según la edad de los niños, ellos no tienen categorías tan definidas como los adultos. Por ejemplo, si estamos jugando a cocinar, ellos podrían hacer un puré de lechuga, porque… ¿por qué no? ¿Qué lo impide?... Entonces, nosotros no deberíamos intervenir diciendo “No, no se puede hacer un puré de lechuga, eso no existe o eso no es posible”… En el juego libre TODO es (y debe) ser posible, no debe racionalizarse, tenemos que dejarlos que vuele la imaginación!
Y es más: si vemos que no necesitan nuestra participación, que ya no nos hacen interactuar, dejémoslos “solos”, podemos compartir el juego desde el silencio también. A veces solamente necesitan que estemos presentes, pero no que hablemos. Podemos compartir el momento observándolos jugar, pero silenciosamente...
En esa observación silenciosa, seguramente, los que más vamos a aprender somos los adultos...
“Pasar tiempo jugando con niños, jamás será tiempo perdido” - Dawn Lantero (escritora, experta en crianza, profesora de preescolar)